La Deontología

La deontología se centra en crear normas que rigen las obligaciones concretas de cada profesión.

El código deontológico es un documento que recoge un conjunto más  o menos amplio de criterios, normas y valores que formulan y asumen quienes llevan a cabo la actividad profesional. Los códigos deontológicos se ocupan de los aspectos más sustanciales y fundamentales del ejercicio de la profesión que regulan. Estos códigos cada vez vez son más frecuentes en otras actividades. Sin embargo, no siempre de cumplen, y aunque si se respeten, quedan notables lagunas en cuanto a quién está encargado de hacerlos cumplir, así como las sanciones para quienes las vulneren.

La profesión es una actividad ocupacional de un grupo de personas, organizada de forma estable, que reclama la exclusividad de  competencia (con base en un proceso de capacitación teórico-práctica). Se caracteriza por compartir un conjunto de conocimientos especializados que interesan a la sociedad y que ponen al servicio de esta, cobrando por el desempeño de su trabajo y obteniendo así su modo de vida.

Todo grupo profesional trata de mantener determinados niveles de exigencia, de competencia y de calidad en el trabajo. Por ello, controla y supervisa, de alguna manera la integración de nuevos miembros y el adecuado ejercicio de las tareas correspondientes.

En este sentido, algunas profesiones elaboran códigos profesionales donde se especifican consideraciones morales acerca de aspectos complejos en la vida profesional y donde generalmente, se contemplan sanciones para el supuesto de que alguien viole abiertamente el espíritu de dicho código deontológico.

Para velar por el adecuado cumplimiento del código deontológico de las distintas profesiones es habitual la creación de una colegio profesional. Es una corporación de derecho público que se encarga de cuestionar el respeto a las normas comúnmente aceptadas por el conjunto de personas que conforman cada sector.

Hay que destacar que no se debe confundir la deontología con los códigos, ya que estos pueden obviar determinadas normas aceptadas por un colectivo de profesionales, Asimismo, la deontología que posee carácter mas amplio, puede incluir normas que no estén explícitas en los códigos. Entonces, se puede afirmar que el código es un instrumento para regulación de la deontología profesional.

examenEl objetivo de la ética en el terreno de la práctica profesional, es principalmente, la aplicación de normas morales fundamentadas en la honradez, la cortesía y el honor. La Ética tiene entre otros objetos, contribuir al fortalecimiento de las estructuras de la conducta moral del individuo.

 




La Deontología como Ética Profesional

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Según Barrio, el profesor titular de la Universidad Complutense de Madrid:

En un sentido vulgar se habla de deontología en referencia al buen hacer que produce resultados deseables, sobre todo en el ámbito de las profesiones. Un buen profesional es alguien que, en primer lugar, posee una destreza técnica que le permite, en condiciones normales, realizar su tarea con un aceptable nivel de competencia y calidad, las reglas del buen hacer -perfectum-officium, acción llevada a cabo conforme a los imperativos de la razón instrumental, constituyen sin duda, deberes profesionales. Y esto no es un modo de alguno ajeno al orden general del deber ético. Aun mas: las obligaciones éticas comunes para cualquier persona son, además, obligaciones profesionales para muchos.

examenEn definitiva, cuando nos refiramos a una profesión determinada, podemos hablar de la existencia de una ética y de una deontología determinada.

La primera se podría centrar en determinar y perfilar el bien de una determinada profesión (aportación al bien social) y la deontología, por su parte, se centra en definir cuales son las obligaciones concretas de cada actividad.

La conciencia profesional.

La conciencia humana es individual, pero tiene varias dimensiones: la conciencia reflexiva ( porque es consciente de si misma) y la conciencia ética, que añade a la conciencia individual la condición de ser, además, una conciencia responsable. Es decir, que con la primera cada persona persona se relaciona con los demás, pero con la conciencia ética nos responsabiliza en la forma de trato hacia esas otras personas. Además de estas dos hay una clase de conciencia más, constituida como un concepto muy importante relacionado con la deontología profesional: la conciencia profesional.

examenLa conciencia profesional, es una dimensión esencial de la conciencia ética, a la que añade la responsabilidad que cada persona tiene. Se manifiesta en un comportamiento socialmente responsable acerca de los deberes específicos de una profesión, después de haber interiorizado, asumido y personalizado un código de valores referentes a dicha profesión, para después analizar, aplicar y resolver problemas específicos de la profesión con la mejor competencia y rectitud posibles socialmente exigibles.

examenSe puede hablar de cuatro niveles de conciencia profesional.

1- La conciencia profesional es intrasferible e individual, nadie es responsable por ninguna otra persona.
2- Nivel de los deberes específicos, aprendidos, asumidos y personalizados por asociación ética. Cada persona tiene que haberse socializado en el código deontológico de su profesión.
3- Nivel de madurez y equilibrio psíquico. Para que la conciencia profesional pueda funcionar hay que gozar de una grado de madurez mínimo.
4- Aptitud profesional para el ejercicio digno de una profesión.

 




Ética Profesional

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El vocablo ética proviene del griego y tiene dos significados. El primero procede del término ethos, que quiere decir hábito o costumbre. Posteriormente se originó a partir de este la palabra ethos que significa modo de ser o carácter. Aristóteles considera que ambos vocablos son inseparables, pues a partir de los hábitos y costumbres es que se desarrolla en el hombre un modo de ser o personalidad.

Su sinónimo latino es moris, de donde deriva el término moral. Tanto la ética como la moral señalan la línea demarcatoria entre lo lícito y lo ilícito, lo correcto y lo incorrecto, lo aceptable y lo inaceptable.

La ética de las profesiones se mueve en el nivel intermedio de las éticas específicas o “aplicadas”. El profesional se juega el ejercicio de su profesión no solo ser un buen o mal profesional, sino también su ser ético. No acaba de ser considerada una persona éticamente aceptable quien en todos los ámbitos actuase profesionalmente. La ética general de las profesiones se plante en términos de principios:
A- El principio de beneficiencia
B- El principio de autonomía
C- El principio de justicia
D- El principio de autonomía
E- El principio de justicia
F- El principio de no maleficiencia.

El deontologismo plantea los temas éticos en términos de normas y deberes.

Los principios se distinguen de las normas por ser más genéricos que estas, Los principios ponen ante los ojos los grandes temas y valores del vivir y del actuar. Las normas aplican los principios a situaciones más o menos concretas, más o menos genéricas. las normas suelen hacer referencia a algún tipo de circunstancia, aunque sea en términos genéricos. Pero también los principios se hacen inteligibles cuando adquieren concreción normativa y hacen referencia a las situaciones en las que se invocan y se aplican. En términos generales un principio enuncia un valor o meta valiosa. Las normas, en cambo, intentando realizar el principio bajo el que se susumen, dicen como debe aplicarse un principio en determinadas situaciones.

Tanto las normas como los principios son universales, aún cuando el ámbito de aplicación de los principios sea más amplio y general que las normas específicas que caen bajo dicho principio.

examenDesde la perspectiva de ética profesional, el primer criterio para juzgar las actuaciones profesionales será si se logra y como se logra realizar esos bienes y proporcionar esos servicios (principio de beneficiencia).

Como toda actuación profesional tiene como destinatario a otras personas, trata a las personas como tales, respetando su dignidad, autonomía y derechos sería el segundo criterio ( principio de autonomía). Las actuaciones profesionales se llevan a cabo en un ámbito social con las demandas múltiples que hay que jerarquizar y recursos más o menos limitados que hay que administrar con criterios de justicia ( principio de justicia). Y en todo caso habrá que evitar causar daño, no perjudicar a nadie que pueda quedar implicado o afectado por una actuación profesional ( principio de no maleficiencia.)