DECALOGO DEL ABOGADO
ESTUDIA: El derecho se transforma constantemente, si no sigues sus pasos, serás cada día menos abogado.
PIENSA: El derecho se aprende estudiando, pero se ejerce pensando.
LUCHA: Tu deber es luchar por el derecho; pero el día en que encuentres en conflicto el derecho con la justicia, lucha por la justicia.
TRABAJA: La abogacía es una ardua fatiga puesta al servicio de la justicia.
SE LEAL: Leal para con tu cliente, al que no debes abandonar hasta que comprendas que es indigno de ti. Leal con el adversario, aun cuando el sea desleal contigo. Leal para con el juez, que ignora los hechos y debe confiar en lo que tu le dices; y que, en cuanto al derecho, alguna que otra vez debe confiar en lo que tu invocas.
TOLERA: Tolera la verdad ajena en la misma manera en que quieras que sea tolerada la tuya
TEN PACIENCIA: En el derecho, el tiempo se venga de las cosas que se hacen sin su colaboración
TEN FE: Ten fe en el derecho como el mejor instrumento para la convivencia humana; en la justicia, como destino normal del derecho; en la paz como sustitutivo bondadoso de la justicia; y sobre todo ten fe en la libertad, sin la cual no hay derecho, ni justicia, ni paz.
OLVIDA: La abogacía es una lucha de pasiones. Si en cada batalla fueras llenando tu alma de rencor, llegará un día que la vida será imposible para ti. Concluido el combate, olvida tu victoria como tu derrota.
AMA TU PROFESIÓN: Trata de considerar la abogacía de tal manera, que el día en que tu hijo te pida consejo sobre su destino, consideres un honor para tí proponerle que se haga Abogado